Anda, cambia de canal
Un terrible atentado a dejado 147 víctimas mortales. Este monstruoso hecho ha sido perpetrado por un grupo yihadista, en una universidad, dejando los cadáveres de decenas de personas inocentes, gran parte de ellos estudiantes, esparcidos por el suelo. Un brutal atentado cometido nuevamente por este grupo terrorista, sin otro ánimo que sembrar el terror, hacer notar su ideología, su voluntad y sus reclamaciones. Tratar de hacer bambolearse los cimientos de la sociedad. Tratar de imponer sus deseos, sin importar a quién se lleven por delante.
Ah, si. Y ha pasado en Kenia.
Ah, bueno, si era en Kenia, no es para tanto.
. . .
Es curioso, como algunas muertes pesan más que otras.
Cuando algo así pasa en Europa o Estados Unidos, sentimos que las víctimas son como nosotros, están aquí al lado, eran casi nuestros hermanos. Atacarles a ellos es atacarnos a nosotros. Salgamos todos a la calle, reunamos a los líderes mundiales, persigamos a los culpables y no demos tregua hasta que todo cale bien en la sociedad. Hagamos tertulias, analicemos hasta el ultimo detalle. Extendamos la empatía, extendamos la duda, extendamos incluso el miedo. Y haremos bien, pues las víctimas, todas ellas, merecen el arropamiento de la sociedad, todas las víctimas merecen ser recordadas. Y oye, nos podría haber pasado a nosotros.
Pero en fin, siendo realistas luego tendremos que empezar a separar, o no hablaríamos de otra cosa. No es lo mismo un hecho aislado, que uno que sucede con frecuencia. No es lo mismo uno que atañe a una persona, que uno con múltiples víctimas. No es lo mismo usar un cinturón, que una metralleta. No es lo mismo que lo haga su pareja, a que lo haga un desconocido. No es lo mismo que sea a un viandante cualquiera que a un cargo público. No es lo mismo que sea aquí al lado, o en un lugar recóndito. No es lo mismo en un país con un gran volumen de muertes violentas, que en uno en el que no se dan con tanta frecuencia. No es lo mismo en un país vecino, que en uno cuyas ciudades no sé ni pronunciar.
No es lo mismo que nos suceda a nosotros, que a ellos.
. . .
Ah, así que ha sido en Kenia, menos mal. Vaya, que pobre gente, sí. Pero en fin, cosas que pasan. Pon la tele a ver si echan algo de tebasura. Ah, y quita ese póster de Charlie Hebdo. Oye, que fue terrible, pero ya tenemos lo del avión y la caja negra, bastante tengo con que hablen de ello a todas horas. No me caben más tragedias en la tele. Y yo podría haber estado en ese vuelo, ni de coña en una clase maloliente en Garissa. Si es que hasta el corrector desconoce esa palabra.
147 inocentes. Universitarios. Gente como tú y como yo. Seres humanos. Pero que viven muy lejos. Y que no se parecen a la gente que sale en televisión.