Proceso de diseño de una web: Aceite de Coco
Hoy os presento un proyecto muy chulo: la web de Aceite de Coco (actualmente deshabilitada), llevado a cabo por dos auténticas cracks de las que me oiréis hablar a menudo por aquí: Rocío García y Nuria Pérez, a las que pronto podréis seguir también la pista en Socialmezz.
Aceite de Coco no es una web más, es un auténtico tesoro en el que podréis informaros de todos los beneficios de esta nutritiva y sanísima fruta tropical, cuyos beneficios estoy descubriendo yo también gracias a ella, y en la cual he echado una mano con todo el tema del diseño, desde la estructura y maquetación de las páginas y entradas hasta el logotipo.
¿¡A qué esperáis para visitarla y coconudizaros!?
Pero hoy no quería limitarme a hablar de Aceite de Coco y de estas dos enormes personas (eso lo reservo para dentro de unas semanas) sino que quiero aprovechar esta entrada para comentaros además un poquito mi
proceso de trabajo a la hora de diseñar una web
Se trata de un proceso laborioso en el que tanto cliente o clientes como diseñadora debemos estar alineados, comprender lo que se quiere, cuál es la mejor forma de conseguirlo, y qué posibilidades y limitaciones existen. Por ello, el primer paso es siempre mantener una primera reunión de puesta en común, ya sea presencial o vía telefónica/Skype. Tras esta pueden venir otras, lo que haga falta hasta que ambos estamos de acuerdo, y en las que también se tratan temas de imagen, colores, valores y misión a transmitir, situación de la competencia, visión de futuro… todo aquello que vaya a tener relación con el proyecto web.
A continuación, hago un primer diseño del sitio en Adobe Experience Design (Xd), una app muy cómoda que permite hacer diseños web de forma muy rápida y visual. La aplicación permite editar imágenes vectoriales, crear figuras, trabajar con texto, replicar elementos… y, una vez terminada, puede compartirse vía nube o exportarse en diversos formatos, como pdf, que es lo que suelo enviar al cliente.
Sobre este diseño previo, voy haciendo todos los cambios y adaptaciones necesarios hasta alcanzar aquello que estamos buscando. Es un proceso laborioso pero importante, ya que ahorra mucho tiempo a posteriori.
De esta forma, también puedo ir trabajando mientras en el logo, los iconos, las imágenes… todo aquello que vaya a conformar la web, que al final es la mayor carta de presentación y por ello engloba todo el branding y mensajes de la empresa, hasta hacernos una idea lo más acertada posible de cómo queda todo en su conjunto.
En cuanto a las imágenes, al tratarse de proyectos web, suelo optar por diseños vectoriales, ya que esto permite modificar el tamaño de las mismas todo lo necesario sin que éstas pierdan calidad, además de ser muy cómodas de utilizar en Adobe Xd. Para ello, aunque me defiendo en Illustrator, suelo preferir trabajar con Affinity Designer, una auténtica pasada de aplicación, mucho más sencilla, cómoda y rápida (a mi parecer) para el trabajo vectorial.
¡Que ganas tengo de que salga la versión para el iPad!
Una vez definidos los elementos y su colocación, y si el cliente ya tiene claro el hosting y dominio que quiere, pasamos al montaje de la web online. De no ser así, le ayudo a elegir aquel proveedor que mejor se adapte a sus necesidades. Para ello suelo recomendar o Webempresa o Raiola Networks, dos proveedores fantásticos que dan un gran servicio, con buenos packs de productos y una gran atención al cliente.
Normalmente trabajo con WordPress.org (no confundir con WordPress.com, mucho más sencillo, limitado y a la larga hasta caro) y temas que modifico, el más habitual Divi de Elegant Themes, por su riqueza de componentes, compatibilidad y enormes plasticidad y rapidez de uso, además de que es el más cómodo para que el cliente pueda tomar las riendas de su web una vez esta está montada.
Una vez terminado este paso, instalados los plugins e ingresados los textos aportados por el cliente, la web ya está lista para recibir a los primeros visitantes. Si es preciso, el servicio de diseño web incluye una clase para que el cliente aprenda a manejar de forma sencilla el tema elegido y WordPress, para que así pueda ser autosuficiente en la publicación de post. Por supuesto también ando cerca si necesitan algún cambio o mejora en el sitio.
El proceso total varía, pero suele llevarme entre dos semanas y dos meses, dependiendo de la cantidad de trabajo y de las respuestas del cliente.
¿Y tú? Estás pensando en hacerte con tu propia web?
y veremos cómo dar forma a la idea 😉